Nunca es tarde para conocer y beneficiarse de los efectos que produce la danza clásica. Proporciona una correcta alineación postural, desarrolla un cuerpo sano y fuerte, se trabaja la faja abdominal, glúteos y pelvis, se mejora el tono muscular, la flexibilidad de la musculatura, proporciona una mejora de la movilidad articular.
Nos ayuda a ser más ágiles. El aprender los ejercicios, favorece el desarrollo de la memoria así como la coordinación. Estas razones, son más que convincentes para que comiences a bailar sin importar la edad.